De En Marcha
Órgano Central del Partido Comunista Marxista Leninista de Ecuador
Febrero 1-7, 2002

¿Quién quiere tumbar a Hugo Chávez?

El imperialismo norteamericano se entromete constantemente en los asuntos internos de Venezuela, para imponer sus mandatos

Todos los días y por todos los medios se evidencia la campaña que, en el plano internacional y con mayor fuerza en Venezuela, se ha desatado en contra del gobierno del Coronel Hugo Chávez, con el propósito de crear las condiciones políticas para su derrocamiento.

Se trata de una campaña orquestada por el imperialismo norteamericano y la gran burguesía reaccionaria venezolana, a la que – en dicho país – se han sumado la Conferencia Episcopal y los grandes medios de comunicación, como los diarios El Universal, El Nacional, El Mundo, Tal Cual, la cadena Globovisión y Radio Caracas (estas últimas de capital colombiano), logrando alcanzar el respaldo de sectores de las clases medias. De acuerdo a denuncias, esta conspiración estaría siendo ejecutada por un Grupo de Tarea constituido por la Central de Inteligencia Americana CIA, el Departamento de Estado y el Pentágono, el Director del Consejo de Seguridad Nacional estaría en la coordinación y supervisión, reportando al Presidente Bush los pasos que se vienen dando.

Como ocurría en el pasado, cuando alguien se apartaba del libreto escrito por los Estados Unidos, se acudía a satanizarlo con el fantasma del comunismo. A aquella vieja estrategia han acudido los confabulados en contra del gobierno de Chávez.

Hace pocos meses atrás, el periódico yanqui "The Washington Times" publicaba un comunicado de la autodenominada "Junta de Emergencia Nacional" en la que precisamente se habla de la supuesta "invasión e intervención comunista, encubierta por el Gobierno, mediante la utilización de un plan de empleo, que destruye al trabajador venezolano remplazándolo por agentes cubanos y chinos en detrimento de la Seguridad y Defensa Nacional" para más adelante acusar de manipulación "de la historia y de los símbolos de la Patria, a favor de la seudo revolución bolivariana, por parte del Presidente, anteponiendo figuras como la del Che Guevara y Mao Tse Tung a la de nuestros próceres...". El comunicado de esta Junta, termina pidiendo la renuncia al coronel Chávez. El pronunciamiento en mención se asemeja en mucho a los que acostumbra elaborar la gusanería cubana en Miami.

¿Pero qué ocurre en Venezuela?

En varios aspectos de la política nacional e internacional, Hugo Chávez se ha apartado de los ejes definidos por los Estados Unidos. Y no solo ello, en ocasiones ha asumido posiciones contrarias.

Los EU tienen como propósito político y económico urgente para la región el establecimiento del ALCA, a lo cual el presidente venezolano se ha opuesto abiertamente, al punto que en una reunión de países caribeños desarrollada hace poco pidió a ellos adoptar una posición similar. Frente a la agresión imperialista que constituye la aplicación del Plan Colombia, el mandatario venezolano también ha expresado su desacuerdo, como igualmente lo hizo ante la invasión de EU a Afganistán; la nefasta labor que cumple el Fondo Monetario Internacional de la misma manera ha sido criticada. Por otro lado, mientras los Estados Unidos tienen el propósito de aislar a varios países árabes como Irak y Libia, Chávez efectuó un recorrido por ellos para estrechar vínculos y coordinar acciones en cuanto a la política petrolera se trata. Por supuesto, nada de ello es del agrado de los yanquis ni de los sectores más reaccionarios de la burguesía venezolana.

¿Chávez actúa así porque está al frente de un gobierno revolucionario? De ninguna manera. En Venezuela no se ha producido ninguna revolución. Chávez representa a una facción de la misma burguesía; pero se trata de un sector menos poderoso, de un grupo que en el pasado no se encontraba directamente en el manejo de la administración estatal pero, quienes por décadas lo han estado hoy se encuentran desplazados y se sienten afectados, por ello su interés de botar al gobierno. Podemos sí decir que aquel no es el clásico gobierno de la burguesía.

Chávez ha asumido un discurso anti-oligárquico, en sus campañas electorales ha puesto como blanco de ataque al sector de la burguesía que ha dominado a dicho país durante décadas. En su accionar encontramos actitudes nacionalistas, de resistencia a la dominación extranjera y eso es muy importante; lo cual apoyamos, porque dichas posturas contribuyen a la lucha de los pueblos en contra la dominación imperialista. Sin embargo, hay que ser lo suficientemente objetivos para mirar que, en su política, Chávez también ha dictado leyes para proteger los intereses de la banca; su gestión encierra la adopción de privatizaciones en ciertas áreas, lo que lo ubica no precisamente como opositor del neoliberalismo. Esa es la contradicción que se produce en la política chavista.

Justamente por lo que acabamos de mencionar es que gran cantidad de problemas que aquejan a los sectores populares no han sido atendidos y menos resueltos. La pobreza y el hambre aumentan en Venezuela, el desempleo y la corrupción se mantienen, la crisis se agudiza y los efectos sociales no son mayores gracias a la gran producción y exportación petrolera que el año pasado se vio beneficiada con el alza del precio de dicho producto en el mercado internacional. Si miramos en conjunto, la economía venezolana es de las que menor crecimiento experimentó el año 2001. Todo ello ha servido también como sustento para la campaña desatada por la oligarquía para tumbar a Chávez.

De hecho, como lo dijimos líneas arriba, esa política de resistencia e independencia que en varios aspectos ha asumido Chávez es de gran utilidad para el desarrollo del movimiento revolucionario no sólo en Venezuela sino también en el plano internacional.

En Venezuela la crisis se agudiza, pero tiene connotaciones particulares. Hay una acción del imperialismo y de los sectores oligárquicos que quieren acabar con el gobierno chavista y, por otro lado, hay un sector importante de la población que lo respalda y se moviliza por él. Frente a la arremetida reaccionaria Chavez ha radicalizado el discurso. Cuando se produjo huelga patronal convocada a finales del año pasado, tuvo el acierto de manifestar que "la revolución ha sido pacífica, pero nosotros tenemos las armas" lo que indicaría que Venezuela puede convertirse en escenario de una guerra civil. En este caso, la pregunta es: ¿Podemos estar del lado del imperialismo? Para nosotros el asunto es claro, nuestro enemigo principal es el imperialismo y levantaremos nuestra solidaridad con aquellas acciones que resistan a la acción de las potencias imperialistas.

Click here to return to Ecuador Index